En estas fechas navideñas se acumulan reuniones familiares, celebraciones con amigos, comidas de empresa… compromisos que suelen llevar asociado el comer en exceso, beber alcohol o fumar. Y en medio de todo el jaleo navideño, también es habitual olvidar algunas de las buenas costumbres, como cepillarse los dientes después de cada comida.
Seguramente los alimentos más cariogénicos que vamos a consumir en estas fechas serán los postres y dulces típicos navideños. De todos ellos, los tres que más pueden aumentar el riesgo de caries probablemente sean las frutas escarchadas, el guirlache y el mazapán.
Si no se pueden evitar los típicos dulces navideños, lo mejor es ingerirlos siempre en las comidas, porque se libera más saliva; hay que evitar tomar estos dulces entre horas para no ingerir un exceso de azúcar.
Hay que tener precaución al morder alimentos muy duros con los dientes delanteros, como el turrón o marisco. Esta recomendación es muy importante sobre todo si llevas restauraciones de composite o carillas, pues podrían fracturarse o despegarse. También si llevas ortodoncia fija o implantes.
Sobre todo si ya sientes tus dientes sensibles al comer, beber o al cepillarte, no olvides que un gran número de bebidas son ácidas, aunque no se suelen identificar como tales, por lo que van a empeorar este problema. Son las siguientes: el vino (más el blanco que el tinto),
la cerveza, los refrescos de cola, las bebidas energéticas, los zumos de frutas (especialmente los cítricos) y las infusiones de frutos rojos.
El efecto de estas bebidas sobre la sensibilidad dental aún es mayor si se combinan entre sí, están frías y son azucaradas. Otro efecto colateral de las bebidas como vino tinto, café, té o refrescos de cola en exceso es la aparición de manchas en los dientes, lo cual se potencia si eres fumador.
Hablando de fumar, con el inicio del año nuevo llegan también los buenos propósitos. ¿Qué tal si intentas dejarlo? Hay muchas maneras de intentarlo. No solo vas a beneficiar a tu salud, tu boca y tu bolsillo también te lo agradecerán.
Aunque se coma o cene fuera de casa, no hay excusa para dejar de cepillarse. Existen cepillos de viaje, o incluso kits. Son más pequeños o plegables que puedes llevar en el bolsillo o en el bolso.
En esta fiestas, lo mejor es evitar sustos y malos ratos. Y es que el periodo navideño, aunque no lo creas, también puede ser una buena oportunidad para cuidar nuestros dientes. Me refiero a ese diente ausente, esa dentadura que se cae o ya no corta los alimentos, esa caries que no duele pero tiene filo y lastima la mejilla, esas encías inflamadas que sangran cada dos por tres, etc. Planeándolo adecuadamente, el periodo de vacaciones laborales y escolares puede ser un buen momento para realizar esa intervención odontológica que continuamente se posterga. Hazte un regalo a ti mismo y arregla tu boca!
El cambio de costumbres durante las fiestas no solo pueden traer problemas a nuestros dientes, también pueden acarrear problemas de salud general, como aumento de peso, hipertensión, hipercolesterolemia…
Por ejemplo se ha de tener en cuenta que una inflamación de las encías que no se cuide y derive en una enfermedad periodontal, puede dar lugar a un mayor riesgo de sufrir diabetes, de padecer un evento cardiovascular y en el caso de embarazadas, incluso de sufrir un parto prematuro.
Esto no quiere decir que no podamos disfrutar de los dulces y bebidas navideñas, si no que hay que hacerlo con cabeza y sin descuidar nuestra higiene bucal. Por eso te hemos transmitido todos esos consejos.
No sufras para comer, hablar y reir durante estas fiestas navideñas y de fin de año, consúltanos tu problema bucal y te aconsejaremos como solucionarlo para que vuelvas a tener una correcta masticación y lucir una sonrisa sana y bonita.
Es mi deseo y de todo el personal de mis clínicas que tengais unas muy felices fiestas!
