Cuando una persona se enfrenta a la pérdida de sus dientes, ya sea en la arcada superior o en la inferior, lo más recomendable para su salud bucodental es rehabilitar la zona mediante un tratamiento de implantes dentales.
De esta manera, se evitará el proceso de pérdida de hueso y encía que tiene lugar tras la caída de una pieza dental. Esto se debe a que al colocar el implante dental éste sustituye a la raíz original del diente, integrándose en el hueso y evitando su deterioro.
Estos implantes pueden soportar distintos tipos de prótesis o dientes artificiales. Una de ellas es la prótesis híbrida sobre implantes dentales, que es la opción que más se asemeja a tener los dientes naturales.
Una prótesis híbrida es una estructura fija atornillada sobre implantes dentales que tiene como objetivo reponer las piezas dentales y tejidos blandos (encía) perdidos.
Este tipo de prótesis es una buena opción a valorar, ya que es el tratamiento rehabilitador que más se asemeja a la sensación de contar con los propios dientes.
Dicha sensación se debe fundamentalmente a que es fija y no lleva paladar. Por ello, aporta gran estética, seguridad y comodidad a quien la lleva.
Se utiliza en pacientes completamente edéntulos, es decir, que no tienen ninguna pieza dental, ya sea en el maxilar, en la mandíbula o, incluso, en ambos. Y, que, además, presentan una pérdida moderada de hueso.
Por otro lado, este tipo de rehabilitación también está indicada en aquellas personas que, aunque aún mantienen dientes en la boca, dichas piezas dentales presentan un pronóstico malo a corto plazo y están abocados a perder todos sus dientes.
Este tipo de prótesis fijas implantosoportadas requiere un método de higiene oral específico que debe ser llevado a cabo por el propio paciente en su casa.
Por un lado, la superficie de los dientes de la prótesis se debe limpiar mediante el cepillado convencional (con un cepillo manual o eléctrico) barriendo de manera mecánica los restos de alimento y bacterias.
Sin embargo, lo más importante de la higiene en estos casos consiste en el uso de algún método de limpieza adicional que permita eliminar los restos que se acumulan bajo la prótesis, como un irrigador oral.
El irrigador bucal: aparato eléctrico que genera un chorro de agua que se introduce bajo el espacio protésico y permite arrastrar los restos de alimentos, aunque no de bacterias. Es el más cómodo de utilizar y está especialmente indicado en aquellas prótesis cuyo diseño es muy retentivo de placa y cálculo, con difícil acceso para los cepillos interdentales.
No debemos confundir la prótesis híbrida con una sobredentadura, la sobredentadura es removible (de quita y pon), y tiene que ser retirada después de las comidas para la higiene oral y de la prótesis, por lo que es más fácil de limpiar, pero mucho menos confortable.
Por su parte, las híbridas son completamente fijas y sólo pueden ser retiradas por el dentista especialista si fuera necesario, no por el propio paciente usuario de la prótesis.
Según las características del hueso maxilar ( espesor, longitud, densidad, etc.), así como del tipo de mordida del paciente, podemos colocar una prótesis híbrida soportada por cuatro, cinco o seis implantes dentales. La decisión la toma el profesional mediante un estudio clínico, radiográfico y protético
Si le faltan todas las piezas dentales de su boca o piensa que las puede perder en breve, consúltenos su caso que le infromaremos detalladamente como puede beneficiarse mediante los implantes dentales y volver a comer y sonreir sin problemas.
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