martes, 20 de enero de 2009

Estética dental

Hoy en día, tener una sonrisa bella y natural es importante para sentirnos seguros y satisfechos con nosotros mismos, y nos ayuda a realzar nuestra personalidad. La sonrisa es la tarjeta de presentación natural de todas las personas y, según numerosos estudios, es la parte de la cara que más observamos al relacionarnos. Por esto el concepto de estética dental cada día cobre más importancia.

El término de odontología estética incluye un número de procedimientos o técnicas que logran, en un período de tiempo relativamente corto, mejorar la apariencia de las piezas dentales, de la sonrisa y de los tejidos gingivales.

El tratamiento dental para la restauración y rehabilitación de dientes y/o muelas afectadas por caries destructivas, traumatismos, manchas, tinciones, malposiciones o ausencia de las mismas, ha evolucionado en la última década a través del uso de nuevas técnicas, tanto clínicas como de laboratorio, y por el aporte de nuevas tecnologías.

La demanda actual por una odontología estética de calidad, sin descuidar la función, ha llevado al desarrollo y aplicación de nuevos materiales tanto para restauraciones individuales o rehabilitaciones dentales totales, sean sobre dientes naturales o sobre implantes dentales.

Ante una boca con estética deficiente, ausencia de piezas dentales o rotura de las mismas, cuando tenemos que rehabilitar mediante el uso de coronas y/o puentes fijos podemos valernos de distintos materiales: porcelana soportada por metal, porcelana libre de metal, zirconio (oxido de zirconia).

Debido a que el uso y las bondades de la porcelana (cerámica) son ampliamente conocidas y contrastadas, nos extenderemos en la explicación sobre los puentes y fundas de zirconio, material que aporta alta resistencia, translucidez, adecuado ajuste de sellado y funcionalidad comparables con la estructura del diente natural.

A la hora de elegir una corona o un puente fijo buscamos básicamente tres objetivos: la belleza de una apariencia tan natural que mantenga la armonía de nuestra sonrisa, la confianza de usar materiales biocompatibles y la tranquilidad de poder disfrutar de esa sonrisa, en estética y función, de forma duradera.

Las coronas y puentes de zirconio, por otra parte, soportan perfectamente el nivel de presión ejercido por los molares durante la masticación del mismo modo que lo hacen las piezas naturales, además el zirconio tiene una transmisión de temperatura similar a la del diente natural por lo que se reduce la común sensación de sensibilidad al comer y beber alimentos fríos.

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