lunes, 10 de diciembre de 2018
Consecuencias de no reponer un pieza dental perdida
Los pacientes muchas veces me manifiestan: _"...no me arregle la muela, quítemela, total tengo todas las otras y por una menos no pasa nada..." Este es posiblemente uno de los conceptos erróneos más extendidos, creemos que perder una pieza dental natural, y no reponerla, no tiene consecuencias. Sin embargo, al perder un diente o una muela, se altera el equilibrio de la arcada a la que pertenecía y comienza un proceso que poco a poco va alterando el resto de la boca, generalmente complicando lo que en un principio sería un tratamiento dental puntual y sencillo en algo más extenso y engorroso, y por supuesto, más caro para el paciente.
Una mala higiene bucodental, acumulación de sarro, un traumatismo, una infección, una caries, pueden ser algunas de las numerosas causas que pueden hacernos perder una pieza dental.
En la imagen vemos cuales son los movimientos que se producen en el resto de piezas dentales presentes en la boca al faltar una durante un tiempo.
Ante esta situación, algunas personas, ya sea por el gasto económico que conlleva o por miedo al dentista o por dejadez, optan por no realizar el reemplazo de la pieza ausente.
Vamos a destacar cinco consecuencias , ya que hay más, como las más importantes que se producen al perder una pieza dental y no reponerla a tiempo:
1- Es habitual que los dientes adyacentes a la pieza perdida tiendan a desplazarse y separarse de sus próximos adyacentes, aumnetando la retención de alimento entre dientes y perjudicando la oclusión correcta.
2- Los molares y premolares son esenciales a la hora de masticar los alimentos, al haber uno ausente inconcientemente masticaremos por el lado contrario y realizaremos una masticación unilateral que alterará la morfología de las muelas por desgaste desequilibrado y traerá consecuencias a nivel de la articulación mandibular.
3- El hueso que sujetaba el diente perdido se reabsorve al poco tiempo, dejando un defecto en bañera que conllevará luego tratamientos más largos y menos estéticos.
4- La pérdida de una pieza afecta los tejidos circundantes y puede provocar que nos mordamos la lengua, o se nos hunda la mejilla.
5- Ante la pérdida de dientes se puede ver alterada la pronunciación de ciertas letras ya que la lengua apoya detrás de ellos para una correcta pronunciación.
Una pieza ausente dificulta procesos fisiológicos importantes: masticación, fonación y digestión.
Si a todo lo comentado anteriormente , le sumamos los inconvenientes estéticos, podríamos decir que ante la pédida de una pieza dental no espere a reemplazarla, hay muchas maneras de hacerlo: mediante puente fijo de porcelana o zirconio, mediante un implante dental o mediante una prótesis removible. Si piensa que este es su caso, consultenos y sin compromiso le explicaremos como puede volver a tener una boca sana y completa.
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