La movilidad entre el implante y el hueso supone un alto riesgo de fracaso y un aspecto importante del proceso es la osteointegración es el fenómeno de transición desde la estabilidad primaria (física) a la estabilidad secundaria (biológica).
La estabilidad primaria se obtiene a través de la presión de impactación en un lecho implantario quirúrgicamente congruente.
La estabilidad primaria es un prerrequisito para la osteointegración de los implantes dentales y se consigue principalmente por impactación, es decir, colocando un implante dental ligeramente sobredimensionado en un lecho quirúrgicamente implantario algo más pequeño. Esto causa una deformación elástica, micro fracturas y sobretodo compresión y rotura de los vasos, resultando en necrosis avascular. El hueso desvitalizado activa el remodelado y con el tiempo se reemplaza por hueso vital esponjoso.
La estabilidad secundaria se obtiene cuando los espacios han sido rellenados, el hueso primario ha madurado, y las zonas de contacto entre el hueso cortical y las espiras del implante se han remodelado.
El remodelado lleva tiempo, y va a depender de la diferencia entre la tasa de reabsorción osteoclástica y la aposición de matriz ósea osteoblástica, por lo que completar una nueva osteona con su sistema haversiano lleva meses. Si la perforación de inserción es más grande que el diámetro del núcleo, los pequeños espacios persisten. Si los vasos tienen acceso a este espacio, se rellena con hueso nuevo y el contacto hueso-implante se establece en una o dos semanas.
El titanio es un biomaterial con excelentes propiedades. Los últimos 50 años de la historia de la implantología han mostrado que cuando la macro y la micro-estructura están diseñadas apropiadamente, el resultado es la osteointegración permanente.
Así lo hace pensar el éxito clínico global obtenido tras la colocación de implantes dentales, que esta cercano al 95% incluso después de 15-20 años “in situ”. Este proceso biológico de la osteointegración parece permanente en el tiempo desde un punto de vista clínico.
Algunos factores son fundamentales para el éxito de la osteointegración, éstos pueden ser:
- Diseño adecuado del implante dental
- Técnica quirúrgica adecuada.
- Experiencia y conocimientos clínicos del profesional.
- Hueso receptor y su calidad.
- Tejidos blandos periimplantarios.
- Condiciones generales y particulares de la salud del paciente.
- Cuidados periódicos por parte del paciente y del profesional dental.
La clase y el diseño de la prótesis sobre implantes final y de las posiciones claves de los implantes dentales son inicialmente determinados tras la primera visita del paciente en donde valoramos clinica y radiologicamente el estado de sus dientes, maxilares y tejidos anexos, así como la oclusión, funcionalidad y estética.
También son importantes el tipo de hueso y la densidad ósea del paciente. Los aditamentos necesarios para sujetar la prótesis sobre implantes se establecen en función del número y del tamaño de los implantes de titanio, sin relacionarlos inicialmente con la cantidad de hueso disponible.
La disponibilidad de hueso para implantes dentales describe la cantidad ósea que existe para colocar implantes de titanio en cada área edéntula. Se mide en anchura, altura, longitud, angulación y el espacio disponible para la prótesis a colocar sobre los implantes dentales.
Es fundamental un correcto estudio clínico que incluya ortopantomografía, si es necesario TAC y modelos de estudio del caso a solucionar.
En nuestros Centros Dentales respetamos rigurosamente cada paso para lograr el mejor resultado en cada tratamiento implantológico. Además contamos con los ultimos avances: implantes dentales de tecnología alemana que aceleran la osteointegración con el maxilar gracias a su diseño y superficie. Además una barra de colocación directa en boca, que acorta el tiempo de rehabilitación protética del caso. (mas información http://www.general-implants.com ).
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