Las vacaciones de verano son el momento ideal para descansar y dejar de lado la gran mayoría de nuestras obligaciones. Sin embargo, de lo que no nos debemos olvidar es de nuestra salud general y del cuidado dental que nuestra boca precisa para evitar problemas comunes.
El cambio de horario, de rutinas, las comidas fuera de casa, el consumo de ciertos alimentos y bebidas que no solemos tomar a diario, son algunas de las prácticas que más se repiten en estos periodos de descanso.
No te despistes durante estos días. Cuidar de la salud bucodental es posible también durante el verano, mientras disfrutas de tus merecidas vacaciones, con tan solo dedicar algunos minutos al día y poner en práctica determinados consejos.
La llegada del periodo de descanso estival no tiene por qué significar un cambio en los hábitos de cuidado bucodental. No obstante, es frecuente que muchas personas descuiden en mayor o menor medida su higiene dental en vacaciones, aumentando el riesgo de aparición de inflamación en las encías o la formación de caries.
Lavarse y cuidar los dientes a diario es un hábito que no se debe abandonar. Si bien no es necesario privarse de esos pequeños caprichos del verano como comer fuera de casa o tomar un helado, no hay que tomarse ningún descanso con el cuidado dental en vacaciones.
De la misma forma que durante el verano se recomienda prestar especial atención a la salud de nuestra piel debido a la mayor exposición a los rayos solares, o un correcto funcionamiento del sistema digestivo por el cambio de alimentación, la salud bucodental se ve más expuesta a determinados problemas.
Durante tus vacaciones, lleva siempre contigo un kit de limpieza dental. Compuesto por un cepillo de dientes de viaje, dentífrico, enjuague bucal y cepillos interdentales, si llevas prótesis fija, ya sea sobre dientes naturales o sobre implantes dentales, puedes llevarte el irrigador oral, ya que hay marcas que tienen modelos de viaje, entonces no tendrás excusa para cepillarte los dientes después de comer fuera de casa.
Si no tienes la ocasión de lavarte los dientes después de comer, los chicles sin azúcar son una buena alternativa para proteger tu salud bucodental. Al masticar chicles estás generando un mayor flujo de saliva en la boca, favoreciendo que los restos de alimentos se desprendan más fácilmente y ayudando a disminuir la cantidad de biofilm que se forma sobre la superficie de los dientes y encías.
Evita en la medida de lo posible tomar bebidas azucaradas o alimentos ricos en azúcar. Es normal que en verano nos apetezca más tomar zumos, refrescos, helados y dulces, pero si se hace, la clave está en limitar la frecuencia.
Las bebidas y alimentos fríos son también más apetecibles en las vacaciones de verano. Sin embargo, pueden aumentar la sensibilidad dental, provocando múltiples molestias en los dientes y las encías. Si padeces de hipersensibilidad, procura no consumir bebidas demasiado frías o calientes.
Modera o evita el consumo de tabaco y alcohol durante las vacaciones, ya que se suele aumentar el consumo. Además de no ser nada beneficiosos para la salud en general, tanto el alcohol como el tabaco favorecen la aparición de halitosis y afectan a las defensas naturales del organismo, haciéndolo más vulnerable a cualquier tipo de infección.
Aprovecha para pedir cita con tu odontólogo justo después del periodo estival. Este es el momento perfecto para acudir a una revisión completa e incluso una limpieza de boca anual.
Y siempre recuerda que se puede mantener una boca sana, pero si: tienes caries, inflamación de encías, dientes y/o muelas ausentes o rotas, prótesis dentales viejas desadaptadas, o cualquier otro problema dental, primero debes curarte la boca y dejarla en condiciones y luego si que podrás hacer incapié en el mantenimiento y la higiene oral, ya que si la boca está enferma de nada sirve limpiarla. Buenas vacaciones!